sábado, 25 de febrero de 2017

Noche de luna en La Habana

Vivimos por la fuerza de la esperanza, en ésta orilla hablamos de una nueva humanidad, al viento decimos que vendrá del corazón el aliento del cambio y la esperanza, las olas refrescan la noche, hoy hablamos de utopías bajo la luna que alumbra La Habana, en estos tiempos hablamos de amor.

Cristóbal León Campos / Especial para Con Nuestra América
Desde Yucatán, México

Mar que se rompe al contacto con los muros, olas desbordantes en las calles, la luna alumbra el malecón de La Habana, siluetas marcadas por la memoria, ¿es la utopía realidad?, sombras deambulan en la orilla, es la sal el ingrediente de los cuerpos, cáliz de tabaco y ron, son las voces la pluralidad que expresa la ilusión del renacimiento, en la otra orilla nos aguarda la muerte, entre hermanos bebemos del fruto terrenal, en las historias personales se resguardan las palabras que dieron forma a los mitos, el origen es tan lejano como el ahora, las muchachas ríen, el verso se entretiene con los dados, siluetas que se vuelven sombras bajo la luna en La Habana.

¿Quién nos llama desde el silencio?, acaso el viento traslada los sonidos de los rostros ocultos, el mar lleva secretos milenarios a cada orilla, la olas salpican los zapatos de la noche, pies desnudos recorren la avenida presidente, identidad concebida en nuestras libertades, escucho las risas y recuerdo, luz de luna sobre los parques, ¿jugamos a vivir o vivimos jugando?, el azar acompaña a los trovadores, una, dos, tres calles más, aroma de piel que provoca, ¿somos reales?, las estrellas nos hablan, escuchamos la voz del silencio, sirenas danzantes adormecen el tacto, ¿a dónde van las sombres en siluetas?, un tabaco más y podremos cultivar los sueños.

La esperanza encuentra sentido en la derrota, la tormenta no es un fin, solamente es el transito a otra calma, las olas se rompen en el muro del malecón, el mar se adentra a la ciudad, y la luna mira fijamente la ausencia entre sombras, nuestras utopías nacen con el tacto, recorro las calles buscando las señales, ¿es real el brillo destellante de los labios?, hablamos con la noche confiando en que amanezca, la humanidad tiene raíces en el mar, la vida nace donde reside el oleaje de los sueños, miro las vitrinas, dulce es el pensamiento que genera las acciones, la suerte existe porque le otorgamos el poder de nuestra fe, ahora creo mucho más en las caricias, la piel tiene recuerdos, la memoria es la esencia de los rostros, oculta, visible, la esperanza mueve nuestros pasos, en esta orilla vivimos por la humanidad.

Frente al espejo nos ignoramos, ¿adónde se va nuestro ser?, la luna observa por la ventana, ¿de qué sirve una rosa si no hay un corazón que aprecie su aroma?, el sonido de las olas ofrece el viento, los muros erosionan con el constante esfuerzo, la sal se impregna en las mejillas, ¿son las sombras rizas silenciadas?, si aún se escucha una voz es porque persiste la fe en las palabras, cada letra se ajusta en el cuaderno de experiencias, el espejo indica que seguimos vivos, en la ilusión se depositan los latidos, buscamos de nuevo la caricia que explique el rubor de la sonrisa, esta noche la luna es más bella.

Hay ocasiones en que preferimos que el tiempo pase, pero cada minuto se compone del segundo, instante a instante recordamos, ¿no es el tiempo quien arrastra sin olvido?, vivir en ésta orilla nos hace creer en la memoria, sin olvidos avanzamos la avenida del futuro, la luna se acompaña con estrellas, el cielo despejado nos muestra su esplendor, ¿por qué la humanidad se oculta detrás de las vitrinas?, las sonrisas que hablan de utopías son más bellas, en los sueños se deposita el alma, el renacer de la humanidad se alimenta del recuerdo, somos tanto y somos nada, evaden las olas los muros, la sal condimenta la existencia, el diario devenir de la memoria nos ofrece la oportunidad de reconocernos, aprender la continuidad del saber, hacer lo preciso en el instante del segundo, el tiempo pasa sin transcurrir bajo la luz de la luna en La Habana, una brisa con aroma de café, tenemos tanto por crecer, tanto por hacer, la fe se funda en la esperanza, la utopía nace con los sueños, creer es hacer, hacemos tanto que dejamos de percibir nuestra imagen en los espejos de la vida, solemos nublar las noches estrelladas, pero el oleaje siempre erosiona los muros, se inundan las calles del porvenir, la esperanza se viste en ésta noche y se prepara para salir por la danza, los cuerpos como la piel tienen memoria, recuerdos, caricias, luz de luna sobre el mar.

El mar cubre el manto de las estrellas, reflejos entre sombras, las palabras de un nuevo amanecer se pronuncian con el aroma de la sal, nacemos cuando somos recordados, vivimos por la fuerza de la esperanza, en ésta orilla hablamos de una nueva humanidad, al viento decimos que vendrá del corazón el aliento del cambio y la esperanza, las olas refrescan la noche, hoy hablamos de utopías bajo la luna que alumbra La Habana, en estos tiempos hablamos de amor.

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