sábado, 16 de febrero de 2013

Con Nuestra América en las batallas contra la dictadura mediática.

En este contexto de marea reaccionaria en el que los medios de comunicación siguen  la divisa de Goebbels de que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad, Con Nuestra América  se alza fiel  a la divisa martiana que acompaña a sus diversas ediciones: “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”. 

Carlos Figueroa Ibarra
Desde Puebla, México

Contra la tiranía mediática, se hace necesario
estimular el pensamiento crítico en nuestra América.
En estos días la revista electrónica Con Nuestra América, en la cual son grandes impulsores entre otros Rafael Cuevas Molina y Andrés Mora, está cumpliendo un aniversario más en su existencia. Son varios  lustros ya de la lucha que ha mantenido  esta revista contra la marea reaccionaria que inunda a los grandes medios de comunicación y este es  uno de los méritos de la misma. Es un hecho que en el contexto de las democracias neoliberales que sucedieron a las dictaduras militares  en América Latina, siguen incólumes dos dictaduras que ahora son enmascaradas por la democracia liberal y representativa: la dictadura del capital y la dictadura mediática.

Nunca me había parecido tan diáfana esta sustitución como en mi reciente visita a Uruguay. Visitando los lugares que Mario Benedetti menciona en sus libros y también los que frecuentaba antes y después de sus largos años de exilio, mi familia y yo terminamos visitando el lugar en donde antaño se encontraba la cárcel de Punta Carretas. El tenebroso edificio, albergue de  las ergástulas de la dictadura militar, del cual  hace muchos años se escaparon unos anarquistas y que volvió a ser  famosa cuando se fugó  un grupo numeroso de combatientes tupamaros, ha sido remodelada y es ahora un lujoso centro comercial en donde impera la glorificación  a la mercancía y al consumismo neoliberal.

La dictadura militar ha sido sustituida por el orden político que el neoliberalismo ha impuesto en el mundo entero. Parte de esa imposición y elemento central  de la reproducción ampliada de dicho orden, lo constituye la manipulación informativa  que efectúan los grandes medios de comunicación. En las páginas de Con Nuestra América se ha consignado muchas veces esa manipulación informativa que se expresa en nuestra región en la satanización de Chávez, en la reiteración  de la absurda idea del fin de la historia, en la glorificación de la democracia schumpeteriana. Los grandes medios  a través de la televisión y la radio, también de los principales rotativos, se han erigido en juez y parte del acontecer mundial. Se han constituido en  jurados calificadores que deciden qué régimen o gobierno en el mundo es dictadura o democracia. Se han convertido en  actores que incluso han propiciado y publicitado golpes de estado como sucedió con la televisión venezolana  en el contexto del golpe de estado contra Chávez en 2002 y como sucedió con el diario ABC en ocasión del derrocamiento de Fernando Lugo en Paraguay en 2012. Han impulsado campañas negras como las que ha sufrido Andrés Manuel López Obrador el dirigente del principal movimiento anti neoliberal en México principalmente durante las campañas presidenciales de 2006 y 2012. El periódico El País en España, se ha convertido en un conspicuo ejemplo  de la prostitución neoliberal de la información,  como lo revela la difusión inescrupulosa el 24 de enero de 2013 de una falsa foto de un Chávez entubado y moribundo.

En este contexto de marea reaccionaria en el que los medios de comunicación siguen  la divisa de Goebbels de que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad, Con Nuestra América  se alza fiel  a la divisa martiana que acompaña a sus diversas ediciones: “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”.  A lo largo de los casi dos años en que me he constituido en un asiduo colaborador y lector de la revista he podido  gozar del placer de la coincidencia con su línea editorial y también con el de la discrepancia en aspectos no sustanciales con algunos de sus artículos. La línea editorial de Con Nuestra América se adscribe al pensamiento crítico que combate  al pensamiento único que pregona la dictadura mediática. Los procesos políticos latinoamericanos y en especial los que se observan  en los países en donde han emergido gobiernos de izquierda o centro izquierda, son analizados  valorando su enorme significado histórico pero también atendiendo a los aspectos criticables que observan. El imperialismo estadounidense ha sido criticado en sus diversas manifestaciones hoy en el mundo y por supuesto la globalización neoliberal ha sido vista  en la más justa de sus perspectivas.

Por todo esto y más, celebro con los editores de Con Nuestra América el arribo a un aniversario más de lucha. Deseo para la revista muchos años más de vida y mi voluntad de continuar siendo un colaborador suyo.

¡Felicidades!

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