sábado, 4 de diciembre de 2010

Proyecto nacional y proyecto socialista

Hoy, como ayer, sólo la revolución socialista puede completar las tareas democrático-nacionales no resueltas aun (la emancipación frente al imperialismo, la reforma agraria, una economía moderna y desarrollada, la definitiva separación, económica y política, de las Iglesias y del Estado, etc.) y poner las bases para sacar a nuestros pueblos de la miseria y el atraso.
Fernando Buen Abad Dominguez / Aporrea y Rebelion
“Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”
Simón Bolívar
El diálogo y la acción son el núcleo de nuestra agenda para derrotar al capitalismo
La efervescencia revolucionaria que avanza en América Latina pone a la orden deldía la necesidad de una alternativa socialista, e internacionalista, para terminar con las calamidades que produce el capitalismo en materia de explotación de los trabajadores, miseria, saqueo de materias primas, degeneración cultural y destrucción de los ecosistemas. En este contexto se ha desarrollado una tradición nacionalista, en la izquierda, que reapareció, especialmente en Argentina, bajo la premisa de “nacional y popular”.
Nos interesa impulsar diálogos fraternales con compañeros que sostienen tesis nacionalistas de izquierda, sin dejar de simpatizar con el socialismo que es, necesariamente, antiimperialista, anticapitalista, latinoamericanista e internacionalista. Como lo soñaron San Martín, Simón Bolívar, Benito Juárez, José Martí... Pensamos que es necesario abogar por la unidad para encontrar, en común, la claridad necesaria para el debate y las coincidencias que nos permitan, sin dogmatismos, reivindicar el programa de la Revolución Socialista en manos de los mejores luchadores, militantes y activistas del nacionalismo revolucionario.
La burguesía nacional, una clase reaccionaria. Si fuesen tan “buenos” no necesitaríamos hablar de justicia social
Creemos que los militantes nacionalistas de izquierda deben incorporar a sus herramientas políticas, la teoría de la lucha de clases, sin tergiversaciones. Creemos que se debe reconocer que entre la clase dominante y los explotados, es decir los trabajadores, la idea de la “reconciliación” es ilusoria. El cordero y el lobo no pueden convivir como hermanos. “Lobo suelto, cordero atado”.
La historia de la humanidad sería incomprensible si no la entendemos como la pugna histórica entre dos clases antagónicas: los oprimidos (que hemos sido y somos la inmensa mayoría) y los opresores (que han sido y son la inmensa minoría). No se trata de una contienda abstracta entre grupos, sino es la contienda por la propiedad privada contra la propiedad social de la riqueza, es la contienda del capital y el trabajo, es la contienda de los que se han apropiado de las riquezas contra los desposeídos que con su trabajo la producen. En síntesis es la historia de una lucha por dominar la plusvalía.
No es necesario volver a explicar que la ganancia empresaria proviene del trabajo no pagado al obrero, es decir, producto de la explotación. Los empresarios, nacionales o extranjeros, tratan que el obrero trabaje largas jornadas y con el salario más bajo posible. Despiden y persiguen ferozmente a los obreros que piden mejores condiciones laborales, castigan a aquellos que, obligados a luchar contra los patrones, defienden sus derechos y exigen sus reivindicaciones para una vida digna y libre. LEER MÁS...

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