sábado, 4 de noviembre de 2017

Argentina: Ajustar y castigar

Tal como se presumía y tras los festejos del resultado eleccionario, el último lunes de octubre –champán de por medio–  la plaga gobernante, que infectó con su usina mediática a gran parte de la sociedad, hizo grandes anuncios en el Centro Cultural Néstor Kirchner, mientras la rodeaban ollas populares.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Los tres ejes sobre los que versó el discurso presidencial fueron: generación de empleo y reducción de la pobreza, relación con las provincias y los municipios en torno a la redistribución de impuestos y su reducción, conforme una reforma tributaria que se viene pergeñando desde hace tiempo y, la reforma laboral a través de un paquete de leyes. Como en épocas oscuras pasadas y archiconocidas, esta batería de leyes, declamadas entre funcionarios, gobernadores, diversos empresarios y dirigentes de la CGT, las discutirá sector por sector, conformando un “acuerdo nacional”. Acuerdo que ya ha desatado una reacción, dado que, como en todos los discursos presidenciales desde el debate presidencial con Daniel Scioli antes de las elecciones que lo llevaron a la presidencia, sus sinceras palabras significan todo lo contrario. Aunque sugiera que siempre está abierto al diálogo, garantiza que será entre sordos.
 

En torno a la generación de empleo, avanza con la reforma laboral a favor del empresariado, apuntando a modificar las indemnizaciones y suprimir el pago de horas extras. No solamente se inclina por no reconocer las paritarias, sino disminuir los salarios por el costo que ellos significan en la producción. Intenta remontar con el elevado trabajo en negro, esclavo, como los talleres de su señora esposa, pero todas las asociaciones de abogados laboralistas han puesto el grito en cielo, como también las cámaras del trabajo.
La reforma tributaria afecta a las economías regionales grabando una serie de productos que penalizan directamente sus lugares de origen. La alicaída austral Tierra del Fuego, ya afectada por la apertura de las importaciones en materia de electrodomésticos e industria electrónica, ya dejaron de fabricarse notebooks y tablets por no poder competir con las manufacturas chinas, corre el riesgo de perder miles de empleo, siendo que esa región extrema tuvo preferencias y exenciones tributarias para radicar población en un lugar despoblado y apetecible para Chile.

También afecta a Cuyo dado que se graba el vino con un 10%, mientras que espumantes y cervezas suben al 17%. El vino es bebida nacional y a la vez un alimento, reconocido por organizaciones científicas, hecho descartado por el ministro Dujovne, autor de la reforma. Como era de esperar todas las entidades de bodegueros se han levantado y obligado a los gobernadores provinciales, incluso aquellos radicales que le sumaron votos a Cambiemos como es el caso de Cornejo de Mendoza, a discutir con su amado presidente.

Aunque el amor con el radicalismo parece haberse esfumado puesto que el martes antepasado, Enrique Vaquié dejó la vice presidencia del Banco de la Nación Argentina en manos de Juan José Gómez Centurión un compinche del presidente. Del mismo modo esta semana le tocó el turno a otro radical Alejandro Buryaile ministro de Agroindustria que lo mandaron en misión a la Unión Europea, cuyo cargo quedó en manos de Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina; cuestión idéntica a la sucedida en 1904, época conservadora, presidida por Julio A. Roca, con Exequiel Ramos Mexía, en 1933 con Luis Duhau, tras el Pacto Roca –  Runciman y, en plena dictadura con el fallecido Jorge Zorreguieta, padre de la reina de Holanda. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia como dicen las ficciones. Lo que no es ficción dentro de este panorama alentador desplegado por el rubio e insensible ingeniero son las jubilaciones ordinarias o de privilegio, a las que aspira modificar, subiendo la edad para aquellos que aún trabajan o los aumentos por ley que se venían realizando dos veces por año, en abril y septiembre, los que deberán retroceder por un nuevo índice conforme el nivel inflacionario cada tres meses, noticia que ya alertó a jubilado, tanto también como a los dirigentes gremiales, a quienes les ha manifestado que existen demasiados sindicatos en la Argentina, algo así como 3.000,  de los que deberían quedar fuera alrededor de mil, (30%) aunque nada diga de las organizaciones empresarias, a las que apaña o premia como la Sociedad Rural.

Dentro de la venta de las joyas de la abuela prevista – como en otros ciclos neoliberales –, está la privatización de seis centrales térmicas, entre ellas las denominadas: Néstor Kirchner y Jorge Cepernic sobre el río Santa Cruz, a las que ya les cambió el nombre, Cóndor Cliff y Barrancosa, respectivamente, como también de paquetes accionarios en distintas empresas del sector. Se espera recaudar con ello mil millones de dólares, con ese objetivo crearon la empresa Integración Energética Argentina S.A., fruto de la fusión de Energía Argentina S.A. Enarsa y Emprendimientos Binacionales Ebisa, a través del Decreto 882/2017 firmado por Macri, su jefe de gabinete Marcos Peña y el ministro, accionista de Shell, Juan José Aranguren.

Tampoco se le ha escapado recortar educación, afectada por las restricciones  presupuestarias del año entrante, donde la presión del pago de servicios de la deuda externa van a gravitar exponencialmente. No sólo será ajustada sino que también sufrirá modificaciones en el sistema secundario, el escalón más determinante de la formación de los jóvenes, como ocurrió en los noventa, aunque desde luego cualquier remisión al pasado espanta, como espanta a los memoriosos la delegación del FMI que ya ha advertido sobre el déficit fiscal y la necesidad de revisar las cuentas nacionales.

Ajuste a todas luces aunque lo nieguen mil veces y castigo a los culpables, preso el senador Julio De Vido, renuncia de la Procuradora General de la Nación Gils Carbó, luego de infinitas presiones, ahora el ex vicepresidente Amado Boudu y amenazas a la senadora electa CFK.

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