sábado, 16 de enero de 2016

Mentalidades empresariales

Después de lo ocurrido con los triunfos derechistas en Argentina y Venezuela, se vuelve necesario el tema de las mentalidades empresariales sobre el desarrollo y el bienestar social. Porque ha sido inmediata la euforia en este sector con la posibilidad del retiro del Estado y el retorno a economías abiertas y empresariales.

Juan J. Paz y Miño C. / El Telégrafo (Ecuador)

Pasé varios días en Europa. Buen tiempo para alejarse del país y ver su coyuntura a la distancia y, además, con la posibilidad de hacer comparaciones.

 Siempre he resaltado el sistema de economía social de mercado, sobre cuyas bases se edificaron los Estados de bienestar europeos, aunque ahora también son golpeados con el avance del neoliberalismo, lo cual demuestra que, tanto en Europa como en América Latina, esta ideología económica, que solo responde a los intereses empresariales sin importar la situación de los pueblos, resulta perniciosa en todo el mundo.

 A pesar de los retrocesos y recortes, en Europa el Estado es un agente económico fundamental y un regulador permanente. Se cobran altos y variados impuestos. El Estado garantiza educación pública gratuita, seguridad social universal y fuertes normas sobre el trabajo. El bienestar humano logrado en los países nórdicos es admirable. Noruega vive un socialismo del siglo XXI. Sin embargo, en la misma Europa se considera que el ‘Estado de bienestar’ no es el mismo de antes o simplemente ya no existe.

 Cabe recordar que en Ecuador la Constitución de 1998 es la única que proclamó la ‘economía social de mercado’, un concepto que, desde luego, era distinto al europeo, porque fue el disfraz con el que se revistió la economía neoliberal garantizada por esa Constitución. Hasta hoy las derechas económicas del país dicen querer una economía social de mercado, pero la entienden como simple economía neoliberal, pues añoran un paraíso sin Estado ni impuestos, sin regulaciones, con trabajo flexible, seguridad social privatizada. El modelo de economía social de mercado europeo sería la presencia del ‘comunismo’ entre nosotros.

 Los empresarios europeos admiten el sistema, se benefician de él y lo potencian. Su mentalidad sobre el desarrollo y el bienestar contrasta con las derechas empresariales latinoamericanas. En Ecuador, un expresidente de la república, otrora académico, escribió algo sobre las actitudes y mentalidades empresariales en el país, en su libro sobre el poder político. En definitiva, describió a los empresarios como rentistas y conceptualmente atrasados.

 Podría decirse que eso ocurría hace cuatro décadas. Pero apenas hace algunos años dirigí una investigación que sistematizó los pronunciamientos de las cámaras de la producción entre 1979 y 2006. Allí se comprobó la limitada conciencia empresarial, el usual posicionamiento político de los líderes del sector y su corto enfoque sobre las responsabilidades sociales y laborales.

Pero después de lo ocurrido con los triunfos derechistas en Argentina y Venezuela, se vuelve necesario el tema de las mentalidades empresariales sobre el desarrollo y el bienestar social. Porque ha sido inmediata la euforia en este sector con la posibilidad del retiro del Estado y el retorno a economías abiertas y empresariales.

Lastimosamente, las mentalidades de las derechas empresariales parece que no cambiaron, pese a las nefastas experiencias del ‘neoliberalismo’ de las décadas de 1980 y 1990. Hoy niegan incluso un mínimo de capitalismo social.

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