sábado, 13 de junio de 2015

Guatemala: “Este día el frío cala hasta los huesos”

Qué frío tan desesperante y qué tristeza vivir en un país donde la indiferencia se ha vuelto una costumbre; que ha sido manejado por la oligarquía guatemalteca infundiendo temor al pueblo y donde la bota militar ha actuado a favor de los intereses de los poderosos.

Hugo Madrigal / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala

Estamos en el mes de junio  y hoy aquí, en la ciudad, está haciendo un clima  muy frío y lluvioso. Son las 10 am. Y me encuentro en el Centro Histórico de Guatemala, el frío que se vive se extiende a una ciudad tan indiferente que nos pone a pensar que el tiempo que estamos viviendo va de la mano de un pueblo que vive aún la huella de una guerra terrible que se vivió por mas de 36 años.

Estoy esperando un transurbano, una nueva modalidad de servicio urbano en la ciudad y atrás de mi se encuentra una pared con mas de 50 fotos de personas desaparecidas durante la guerra que vivió Guatemala, todos son guatemaltecos que fueron desaparecidos por los gobiernos de turno de aquellos años. Da tristeza ver las fotos con su pie donde los identifican y señalan la forma en que fueron desaparecidos. Son miles de hermanos chapines los que sufrieron este flagelo de tener que ver como un su familiar era detenido y luego desaparecido por las fuerzas del Estado. En las fotos de protesta donde se pide se haga justicia,  podemos ver jóvenes y adultos de diferente sexo y etnia, ya que Guatemala las etnias indígenas fueron atacadas y sufrieron un genocidio tremendo.

El frío cala hasta los huesos, pero mas cala la indiferencia del guatemalteco ante dicha situación,  que es aprovechada por jueces corruptos que aún protegen a aquellos que se han logrado detener y llevar a juicio, uno de ellos es  el General Efraín Ríos Montt , que durante estuvo en el poder de gobierno, actúo con mas violencia  hacia la población civil, ha sido llevado a juicio y una juez valiente Jazmín Barrios, lo ha condenado, pero los “payasos” de la Oligarquía  que actúan en el Organismo Judicial, han venido actuando favoreciéndole y quitándole la condena a la que merece pagar. Si fue genocidio y todo el mundo lo sabe.

La temperatura creo está a 11 grados y los guatemaltecos pasan con su rostro triste de un lado para otro. Unos por cuestiones de trabajo, otros jubilados y otros mas por cuestiones propias que andan por las calles frías que le dan un marco raro a un libro de Camus. Tristeza que no acaba en los rostros de un país que ha sufrido dictaduras y opresiones terribles durante muchos años. Ya estamos en el pleno siglo XXI pero las huellas de un siglo XX aún permanecen en un país donde el frío se lleva en el alma por tanto sufrimiento que se ha vivido.

El bus no se acerca aún y empiezan a llegar algunas personas, todos voltean a ver las fotos recién  puestas, y comienzan los comentarios, todos son negativos contra los gobiernos que han gobernado este país. Ahora dice una señora, también matan por la extrema violencia que estamos viviendo, a cada rato aparece un asesinado por extorsión o por situaciones personales, “miren Ustedes, dice un señor de canas blancas,  en el tiempo de guerra daba terror y vergüenza de no poder hacer nada cuando a un ciudadano lo subían los de la G2 a un vehículo, eran famosas las paneles donde miles de hermanos guatemaltecos fueron tomados a la fuerza y luego desaparecidos, eran tiempos de terror, pero hoy la situación nos sigue azotando, ya no existen esos criminales pero hay otros peores ahora. En plena calle le disparan a cualquier vecino y lo asesinan no les importa si son hombres o mujeres y en muchos casos niños”.

Todos los que esperábamos el bus le dimos la razón que se quedo en la mente de aquellos que vivimos años terribles en las décadas de los años 80 y que ahora enfrentamos la delincuencia como otro azote ante la humanidad.

Qué frío tan desesperante y qué tristeza vivir en un país donde la indiferencia se ha vuelto una costumbre; que ha sido manejado por la oligarquía guatemalteca infundiendo temor al pueblo y donde la bota militar ha actuado a favor de los intereses de los poderosos.

Al fin aparece el bus, las fotos de los desaparecidos nos han hecho reflexionar sobre un guatemalteco que aún vive en terror en un país donde no se respetan los derechos humanos. Y si algún medio de comunicación protesta rápidamente lo enjuician. No hay libertad de prensa,  aquí lo que hay es un grupo enorme de  malos guatemaltecos que ostentan cuotas de poder a favor de una oligarquía que maneja al Estado de Guatemala a su antojo. Gobiernos que se venden para enriquecerse y pasar a formar parte de esa oligarquía guatemalteca que como siempre sólo mira sus intereses; por eso las marchas de protesta que se han dado durante abril y mayo y continúan rechazando a estos corruptos, pasos importantes para que el guatemalteco despierte , que tenga identidad, moral y ética y con ello, demostrar que hay un pueblo que vive con esperanza.

Qué tristeza vivir como se vive sin libertad, y con temor, en un país donde la indiferencia  es un factor importante;  donde  sus propios hijos  dejan pasar todo como si el frío congelara su sangre, y que no tienen la culpa porque al final el poder astuto y corrupto lo ha vuelto así. 

Guatemala, 9 de junio de 2015.


*Hugo Madrigal es escritor y periodista, con más de treinta años de ejercer el periodismo. Ha sido Editor del Suplemento Cultural del diario La Hora,  autor de la columna de opinión FIAT y autor de 12 libros en el campo de la poesía, ensayo y teatro. Con estudios  académicos  de Antropología y Periodismo Profesional. Sus trabajos aparecen en varias revistas especializadas en arte, antropología y literatura.

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