viernes, 18 de abril de 2014

Desigualdad económica y social en Panamá

¿Qué turista o extranjero se imaginaría que este pequeño país, cuyo crecimiento económico por más de una década se ha mantenido cerca de un 9%, es uno de los países de peor distribución de la riqueza en el mundo entero?

Carlos Pérez Morales* / Especial para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico

El crecimiento de la desigualdad en Panamá.
Muchas veces, cuando hablo con mis amigos en Puerto Rico sobre Panamá, les digo: “tienes que ir, es muy bonito y su gente es encantadora”. Cuando me preguntan sobre la economía les digo: “fíjate que los panameños ni se han enterado que hay una gran crisis económica mundial”.

Cuando el turista o extranjero llega a la Ciudad de Panamá, se encuentra con una ciudad con ansias metropolitanas.  Desde antes de llegar -si vas desde el aeropuerto de Tocumen-verás cómo los grandes edificios se multiplican en el horizonte.  Al llegar a la urbe entrarás en un “tranque” automovilístico que no se mueve. Pero de seguro te impresionará la Cinta Costera, avenida de circunvalación de la ciudad frente al océano Pacífico, y más adelante te encontrarás con la estación del metro, orgullo de Martinelli y envidia del resto de Centroamérica. Sobre el Canal, ya te has enterado que los panameños lo están ampliando para dar cabida a barcos más grandes, aunque éstos sean militares de USA.

Panamá es mencionada por algunos como el Singapur de América; y llamada por otros país  de crisol de razas, la tierra dividida y muchos otros nombres.

¿Qué turista o extranjero se imaginaría que este pequeño país, cuyo crecimiento económico por más de una década se ha mantenido cerca de un 9%, es uno de los países de peor distribución de la riqueza en el mundo entero? Lo que es peor, la brecha sigue ampliándose entre los pocos que mucho tienen y los muchos que tienen muy poco.

Aunque el sector de los servicios es el que más aporta a la economía del país, el mismo se ve amenazado por la pobreza de la educación en los distintos niveles educativos del país.  No se están capacitando los cuadros necesarios para mantener este sector en pleno dinamismo económico.

Por su parte, el ingreso del turismo ha aumentado, pero el ritmo de crecimiento no ha ido a la par con la preparación especializada que requiere este renglón.  Las distintas administraciones de Panamá no se han preocupado por la preservación del patrimonio histórico edificado que tanto atrae al turista.  Muestra de esto es el deterioro del Casco Viejo, el descuidado estado de muchas iglesias que forman parte de ese pasado histórico colonial, el descuido y abandono total con las maravillosas ruinas de Portobelo: el edificio de la aduana, el Fuerte San Lorenzo y su iglesia con su Cristo Negro y no hablemos de la Ciudad de Colón.

El Tratado de Promoción Comercial firmado con Estados Unidos ha afectado la agricultura, tal como lo pronosticaron los economistas.  Actualmente Panamá importa muchos productos que antes se producían localmente.

Pero el rasgo distintivo de su economía es la desigualdad en la distribución del ingreso.  Esta condición afecta mucho su desarrollo social en áreas como la educación, la salud, la vivienda, el bienestar y la alimentación.  Son cientos de miles los panameños que viven en condiciones de pobreza y otros cientos de miles en condiciones de pobreza extrema.

Ésta información no la brindo sin conocimiento de causa.  He viajado extensamente por el Istmo y he visto esas marcadas diferencias.  Como estudioso de la sociedad panameña he consultado muchas fuentes que así lo acreditan. Una mirada profunda a los Informes de la Contraloría, a la Encuesta de Niveles de Vida (ENV), la cual ya no hacen por alegada falta de fondos (?), los estudios de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y los producido por la Organización de las Naciones Unidas comprobarán lo que escribo.

La ENV que se realizaba cada cinco años, era utilizada para medir los avances o retrasos que tienen los países en áreas como pobreza, salud, educación, empleo entre otros aspectos.  ¿Será que a la administración actual no le conviene  políticamente?

La pobreza en que viven miles de panameños ocurre con mayor extensión en el grupo de los campesinos de la zona rural.  También aparece en las Comarcas indígenas y en los arrabales cercanos a las ciudades.

En Panamá, la pobreza tiene cara de mujer.  Este género, representado en gran parte por aquellas que son jefas de familia, reciben un ingreso precario para mantener a sus dependientes.

Durante los últimos años se ha tratado de minimizar esta condición con programas de dádivas como el de cien a los setenta (100 a los 70).  Programas como éste no son los adecuados para disminuir o eliminar la pobreza.  Creando empleos suficientes para este grupo poblacional atenderá mejor esta situación.


*El autor es docente jubilado de la Universidad de Puerto Rico.

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